El verdadero amor nunca muere.

# El 2 de febrero , a las cuatro de la madrugada, Holly asió con fuerza la mano de Gerry y le sonrió alentadoramente mientras éste exhalaba el último suspiro y cerraba los ojos. No quiso que tuviera miedo, ni que sintiera que ella estaba asustada, ya que en aquel momento no era así. Más bien sentía alivio, alivio por ver que dejaba de sufrir y por haber estado allí con él para ser testigo de la paz de su defunción. Se sintió aliviada por haberle conocido, por haberle amado y haber sido amada por él, y también porque la última cosa que Gerry vio en este mundo fue su rostro sonriéndole, alentándolo y asegurándole que hacía bien en dejarse llevar..
 Posdata: te quiero.*